Mensaje subliminal
Un mensaje subliminal es un mensaje o señal diseñada para pasar por debajo (sub) de los límites (liminal) normales de percepción. Puede ser por ejemplo un mensaje en una canción, inaudible para la mente consciente pero audible para la mente inconsciente o profunda; puede ser también una imagen transmitida de un modo tan breve (como la décima parte de un segundo) que pase desapercibida por la mente consciente pero, aun así, percibida inconscientemente; o sea, que una persona puede no percibir el mensaje en forma consciente, pero su subconsciente sí. Los mensajes subliminales pueden ser desde simples comerciales para inducir a consumir un producto, hasta mensajes que pueden cambiar la actitud de una persona. Cabe destacar que un consenso casi total entre psicólogos e investigadores llegó a la conclusión de que los mensajes subliminales no producen un efecto poderoso ni duradero en el comportamiento a no ser que estos estén presentes en la vida de las personas de forma excesiva.
Investigaciones recientes
El estudio de la percepción subliminal volvió a llamar la atención del público a finales de la década de 1950. En 1957, James Vicary, publicitario estadounidense, demostró el taquistoscopio, máquina que servía para proyectar en una pantalla mensajes invisibles que pueden ser captados por el subconsciente. Durante la proyección de una película aparecían fotogramas con el siguiente mensaje: "¿Tienes hambre? Come palomitas. ¿Tienes sed? Bebe Coca-cola". Según Vicary el resultado fue asombroso: las ventas se dispararon.Su teoría fue recogida por el escritor Vance Packard en el libro "Las formas ocultas de la propaganda" que causó preocupación de las autoridades estadounidenses en plena Guerra Fría con la entonces Unión Soviética. Una ley prohibió el uso de publicidad subliminal y la CIA comenzó a estudiar su utilización contra el enemigo.
Sin embargo, cuando los jugadores independientes trataron de replicar el experimento junto a Vicary, el fracaso fue completo. Cuando Vicary publicó su asombroso descubrimiento, su empresa atravesaba graves problemas económicos. En 1962, el autor reconoció públicamente que se habían manipulado los resultados:
“Yo tenía una buena idea para vender: usar los espacios de las películas para introducir mensajes comerciales sin tener que interrumpirlas. Era sólo un truco que no sabíamos si funcionaría, pero la prensa filtró el borrador de un estudio que tenía unos pocos datos que no eran significativos…”.2
El último y más grande de todos los análisis científicos de esta teoría fue el meta análisis de C. Trappery en 1996 e incluyó los resultados de veintitrés experimentos diferentes. Ninguno probó que los mensajes subliminales causen efecto de comportamiento compulsivo.3 Tampoco se han probado sus presuntas bondades en métodos para aprender idiomas, bajar de peso o dejar de fumar mientras se duerme.
Sin embargo el meta análisis de C. Trappery de 1996 ha sido refutado diez años más tarde, en 2006, por los investigadores Johan C. Karremansa, Wolfgang Stroebeb y Jasper Claus, del Departamento de Psicología Social de la Radboud University Nijmegen y del Departamento de Psicología Social y Organizacional de la Universidad de Utrecht, quienes citan el experimento de Vicary como un experimento ampliamente desacreditado, y que, sin embargo no invalida la hipótesis de la efectividad de los mensajes subliminales.
Estos investigadores finalmente han demostrado que si las condiciones son las correctas los mensajes subliminales funcionan.
Véase también:
Mensajes subliminales en la música
En los últimos años, también se ha hablado de la existencia de mensajes subliminales en la música,mayoritariamente ocultados con la técnica backmasking (que puede traducirse al español como “grabar al revés”). Esta técnica, que surgió a fines de los años 60, consiste en insertar mensajes al revés, ocultos en la grabación original, para que sólo puedan oírse si se toca el disco al revés. Se cree que muchos artistas famosos, como The Beatles, han utilizado esta técnica
No hay comentarios:
Publicar un comentario